La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que se manifiesta a través del deseo por estar delgado, acompañado por una serie de conductas como ser el seguimiento de una dieta estricta y restrictiva, y en algunos casos, el empleo de conductas purgativas como vómitos autoinducidos y el uso de laxantes y/o diuréticos.
Las personas que sufren de anorexia nerviosa tienden a tener ciertos rasgos de personalidad en común, como ser la necesidad de aprobación, la hiperresponsabilidad, la rigidez cognitiva y el perfeccionismo. Además, a estas personas usualmente les cuesta tener consciencia de la enfermedad y reconocer el riesgo vital al que se exponen a través de la misma.
Algunas señales de alerta o focos rojos que podrían indicarnos que alguien sufre de anorexia nerviosa son:
En relación a la comida:
Sentimiento de culpa después de haber comido, preferencia por comer a solas, reducción de la cantidad de comida ingerida, evitación excesiva de ciertos alimentos, consumo de productos bajos en calorías, uso inadecuado de diuréticos y laxantes, vómitos autoinducidos y ayunos.
En relación con la imagen corporal:
Preocupación excesiva por la figura, sobrevaloración del aspecto físico como medio para conseguir el éxito en la vida, excesiva idealización de estereotipos de belleza y cierta obsesión con redes sociales y revistas que contienen consejos sobre dieta, peso o figura.
En relación con el ejercicio físico:
Realización de ejercicio físico excesivo y/o obsesivo, y muestra de sentimiento de culpa o ansiedad cuando no se realiza la actividad. Práctica del ejercicio físico como medida para adelgazar.
En relación con el comportamiento:
Insatisfacción personal, irritabilidad, depresión, cambios de humor frecuentes, disminución de las relaciones sociales, aumento de las horas de estudio y mayor dificultad de concentración.
Por otro lado, otras señales de alerta que aparecen como consecuencia de la anorexia nerviosa son la pérdida de peso injustificada, pérdida de la menstruación o amenorrea, caída del cabello, constante sensación de frío, aparición de vello (lanugo), tensión arterial baja, arritmia, debilidad y mareos.
De acuerdo al DSM-5, los criterios diagnósticos de la anorexia nerviosa son los siguientes:
- Restricción de la ingesta de alimentos que conduce a un peso corporal significativamente bajo en relación al esperado para la persona.
- Miedo intenso a ganar peso o a engordar, o comportamientos persistentes que interfieren en el aumento de peso, incluso con un peso significativamente bajo.
- Alteración en la forma en que uno mismo percibe su propio peso.
Si puedes identificarte o identificar a algún ser querido con los síntomas mencionados, no dejes de pedir ayuda. Recuerda que el tratamiento de la anorexia nerviosa, así como el de los demás TCAs, debe ser abordado por un equipo interdisciplinar compuesto por psicólogos, psiquiatras y nutricionistas especializados en el tema.
Cuéntenme, tienen alguna duda o pregunta sobre la anorexia nerviosa?
Los leo en los comentarios.
Con cariño,
Adri.